TRABAJO SOCIAL EN LOS CENTROS EDUCATIVOS: Una tarea pendiente

Andrea López González

Andrea Matas Pino

Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, España. Estudiantes de 4º de Criminología y Trabajo Social

RESUMEN

El Trabajo Social es una disciplina que está presente en muchas esferas de la vida, sin embargo, en el ámbito educativo, su presencia se ve limitada desde la década de los 90 a pesar de ser un ámbito en el cual se debe garantizar el acompañamiento, integración e inclusión de todos/as los/as estudiantes independientemente de su condición.

El presente artículo pretende concienciar a la sociedad y a otros/as profesionales sobre la importancia del/de la trabajador/a social en el sistema, pues estos/as profesionales son los/las que cuentan con las herramientas más adecuadas para desempeñar las funciones que permiten resolver las problemáticas sociales existentes y las nuevas necesidades que emergen de la actualidad tan cambiante en la que nos situamos.

PALABRAS CLAVE:

Trabajo Social, Sistema Educativo, Funciones, Intervención, Familia.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL TRABAJO SOCIAL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

Según el Consejo General del Trabajo Social (2014), esta profesión se define como aquella basada en la práctica y en una disciplina académica que trata de fomentar el cambio y el desarrollo social, la cohesión social y el fortalecimiento y liberación de las personas. Además, se sustenta bajo los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad. El Trabajo Social no sólo implica a las personas, sino también a las estructuras para afrontar los distintos desafíos de la vida e incrementar el bienestar común.

La identidad profesional de los/as trabajadores/as sociales tiene sus raíces en el pasado, donde se construyeron las primeras percepciones que dieron origen a la disciplina de Trabajo Social desempeñando un rol fundamental en la sociedad. A lo largo del tiempo, la profesión ha ido evolucionando y ajustando su perfil a los nuevos fenómenos y demandas sociales a los que se ha tenido que ir enfrentando. Para ello, ha reestructurado su práctica profesional, adoptando nuevos roles y funciones y desarrollando nuevas habilidades y competencias, lo que ha dado lugar a la expansión de su campo de conocimientos y, por tanto, a su presencia en nuevos ámbitos profesionales.

Una de las esferas profesionales donde el Trabajo Social adquirió gran protagonismo fue en el ámbito educativo. En el año 1973 se incorporó dicho perfil profesional como figura no docente vinculada a la educación especial para detectar y atender a las necesidades de la población escolar. Años más tarde, en 1978, se creó el Plan Nacional de Educación Especial, el cual contemplaba que los/as trabajadores/as sociales eran los/as profesionales que tenían que ser contactados/as en primer lugar y pretendía igualar la enseñanza general y especial.

Sin embargo, como bien expone el Instituto Español de Formación Social en 2021, en el año 1993 se produjo una modificación del Sistema Educativo que obligaba a los/as trabajadores/as sociales a acceder al mismo a través de los cuerpos docentes con la especialidad concreta de Servicios a la Comunidad. Esta modificación dio lugar a que, tanto profesionales del Trabajo Social, como de otras especialidades alejadas del Sistema Educativo, tuvieran que pasar por el procedimiento de acceso a las plazas al igual que el personal docente. Así pues, este proceso de funcionarización dificultó el acceso al sistema, dando lugar al retroceso y la desaparición de los/as trabajadores/as sociales en los centros educativos.

LA LABOR DEL TRABAJO SOCIAL EN EL SISTEMA EDUCATIVO

A fecha de hoy, la figura de los/as trabajadores/as sociales en el Sistema Educativo sigue sin estar presente en todos los centros, aun siendo una tarea necesaria por la gran evolución de la sociedad española a lo largo de los años y por la aparición de nuevas necesidades y problemáticas sociales.

El ámbito escolar está formado por una gran diversidad de población infantil y adolescente, lo que conlleva a la coexistencia de una multitud de aspectos distintos como pueden ser: el lugar de origen, las características socioeconómicas y culturales, los estilos de vida, las creencias, etc. Es por ello que hay alumnos/as que requieren de una atención educativa diferente a la ordinaria por presentar alguna necesidad específica de apoyo (educativo, social, familiar…), por lo que se debe garantizar el acceso a los recursos necesarios para lograr equidad y una plena inclusión e integración.

Todo ello genera una serie de necesidades, tanto individuales como grupales, que requieren de una figura profesional que cuente con los recursos y herramientas necesarias para dar respuesta de una forma más ajustada a las mismas, lo que demuestra la importancia del Trabajo Social en el Sistema Educativo.

El/la trabajador/a social forma parte de un equipo multidisciplinar, el cual está integrado por profesores/as, psicólogos/as, psicopedagogos/as, entre otros/as. En él, comparte todo su conocimiento sobre la realidad del alumnado y contribuye a una mejor comprensión y afrontamiento de los problemas. Además, al tratarse de una profesión de campo, permite conocer de forma más detallada el ambiente familiar y social y la relación entre ambos.

FUNCIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Como bien comentan Castro Clemente Y Pérez Viejo (2017), existen una serie de funciones profesionales que los/as trabajadores/as sociales pueden desempeñar en los centros educativos y éstas pueden clasificarse según el tipo de intervención que se requiera.

En cuanto a la intervención en el ámbito familiar, las funciones que desempeña un/a profesional del Trabajo Social son principalmente: fomentar la participación y la colaboración entre las familias y el centro educativo, potenciar modelos de educación democráticos, de confianza y comunicativos que contribuyan al desarrollo de los/as hijos/as, desarrollar programas de formación, apoyo, asesoramiento y orientación familiar, evaluar el entorno sociofamiliar de estudiantes con necesidades específicas, fomentar la implicación de los/as padres/madres en la resolución de posibles problemas que pueda presentar su hijo/a, y apoyar en los posibles procesos de cambio importantes que pueden surgir a lo largo de la etapa educativa (separaciones o divorcios, fallecimientos, cambio de vivienda, diagnóstico de alguna patología, etc.).

Indicar que las funciones de intervención individual que se da con los/as alumnos/as en los centros educativos son: atender situaciones que influyan en el aprendizaje de los/as estudiantes (absentismo, fracaso escolar, desmotivación, dificultades de adaptación), implementar y diseñar planes y protocolos para detectar y/o prevenir situaciones conflictivas (maltrato escolar, acoso y ciberacoso) e identificar problemas que se produzcan en el ámbito familiar tales como violencia, malos tratos, desprotección o negligencia, carencias emocionales, falta de higiene, problemas de alimentación, entre otros.

Por otro lado, las funciones relacionadas con la intervención con el profesorado son: formar y asesorar a los/as profesionales del centro educativo para que puedan dar respuesta a situaciones conflictivas de estudiantes que estén relacionadas con el entorno familiar o social, asesorar sobre aspectos que garanticen la integración de alumnos/as con necesidades educativas especiales, participar en la orientación familiar que realiza el/la profesor/a, dotar de herramientas y materiales que sean de utilidad al profesorado en relación a los/as alumnos/as, y proporcionar perspectiva social a los/as profesores/as y a la dirección del centro, mejorando así el trabajo y la intervención que se lleva a cabo con el alumnado.

Y, por último, las funciones de la intervención en el espacio institucional son: participar en proyectos educativos e investigaciones sobre necesidades educativas y sociales que posibiliten una adecuada planificación educativa, establecer y fomentar relaciones fluidas entre la institución y la familia, la prevención y detección precoz de alumnos/as con necesidades educativas especiales, la coordinación con los servicios y recursos públicos para dar respuesta a las necesidades de los/as alumnos/as y ofertar actividades de interés que favorezcan positivamente el desarrollo social de los/as mismos/as (Servicios Sociales, Servicios de Protección de Menores, de Apoyo a Mujeres Víctimas de Violencia, Sanitarios, etc.).

EL TRABAJO SOCIAL ESCOLAR EN OTROS PAÍSES

Es posible que, a diferencia de España, en otros países sea obligatoria la figura del/de la trabajador/a social en la escuela, por lo que, conocer la importancia que se le da a esta disciplina en otros países es fundamental. Existen varias razones que sustentan dicha importancia, pero nos centraremos concretamente en las tres siguientes:

1. Perspectiva global

Investigar y conocer acerca de la percepción que adquiere el Trabajo Social en otros países permite identificar, tanto las diferencias como las analogías en los diversos enfoques, prácticas y políticas adoptadas en cada uno de ellos, y enriquecer a través de una perspectiva global la comprensión de las soluciones adoptadas. Además, tener en cuenta las experiencias exitosas en otros países ayuda a la hora de realizar mejores prácticas e innovar y mejorar el campo de la profesión.

2. Colaboración internacional

La coordinación entre profesionales de diferentes países es muy beneficioso, por un lado, para abordar problemas globales (migración, derechos humanos, pobreza), y, por otro lado, para el desarrollo profesional y una colaboración efectiva. Es un aspecto fundamental teniendo en cuenta que los/as trabajadores/as sociales pueden encontrarse trabajando en entornos multiculturales y con poblaciones diversas.

3. Políticas Públicas

Comprender cómo se valora el Trabajo Social en otros países puede ser útil para abogar por políticas públicas más efectivas en el propio país. Los datos y ejemplos de éxitos en otras regiones pueden respaldar argumentos a favor de la inversión en Servicios Sociales y el fortalecimiento de dicha profesión.

Para finalizar, se exponen tres ejemplos de países que según Panadero (2023) cuentan con la presencia de la disciplina del Trabajo Social en el Sistema Educativo.

Por un lado, Alemania desde los años 70 cuenta con trabajadores/as sociales en los colegios a los que denominan “Schulsozialarbeit”. Por otro lado, en muchos colegios e institutos de Estados Unidos disponen de un organismo de defensa del Trabajo Social Escolar, conocido como “the American Council for School Social Work”, que, además de apostar por la presencia de los/as trabajadores/as sociales en los centros educativos, apoya a dichos/as profesionales en su labor. Y, por último, en Puerto Rico, desde 1920, la profesión del Trabajo Social está presente en el Sistema Educativo. Asimismo, se registra que en 2012 este país contaba con un total de 1 800 trabajadores/as sociales.

CONCLUSIONES

Como se ha podido deducir desde el principio de este artículo, la presencia de los/as trabajadores/as sociales en la educación es mucho menor de la que debería ser. Además, las potencialidades y capacidades de intervención de estos/as profesionales se han visto infravaloradas hasta el punto de casi perder la identidad profesional. De hecho, se les consideraba como profesionales dedicados/as únicamente a la caridad pública para satisfacer necesidades de las personas.

Sin embargo, gracias a nuevas legislaciones y a diferentes metodologías, la labor de los/as trabajadores/as sociales se ha ido consolidando en el ámbito educativo, por lo que se han convertido en los/as profesionales más idóneos/as para ofrecer apoyo y refuerzo dando una nueva visión, la cual involucra al sistema social y familiar de los/as alumnos/as.

La importancia del/de la trabajador/a social reside en la necesidad de tener un equipo multidisciplinar que, de manera coordinada, actúe sobre las dificultades que pueda presentar el/la alumno/a tanto en el ámbito escolar como en el familiar e individual, ofreciéndole un espacio para que pueda mejorar dichas dificultades y superarse en todos los aspectos. En este sentido, la resolución de los conflictos sociales que tienen lugar en los colegios debe implicar, no solo la participación de la institución escolar, sino también de la familiar y social. En estos supuestos, un/a trabajador/a social puede actuar para mejorar comportamientos disruptivos a través de estrategias de afrontamiento.

El hecho de que en la actualidad nos encontremos ante una realidad tan cambiante y compleja llena de desafíos sociales que deben ser resueltos, convierte a la misma en una oportunidad para el reconocimiento del Trabajo Social (Casanova, 2007). Tal y como comentan Castro y Pérez (2017): “su capacidad en adaptar su intervención a los problemas coyunturales, al igual que su habilidad en conocer de primera mano la situación de las familias y de las personas en situaciones de conflicto, representan una combinación de cualidades que acentúan una eficaz intervención y refuerzo en la mediación y resolución de múltiples situaciones problemáticas dentro del ámbito educativo”.

Por otro lado, el colegio debe garantizar que el/la alumno/a pueda desarrollarse con seguridad y que reciba más que una educación meramente académica. Para ello, el/la trabajador/a social en el centro educativo puede ser un apoyo imprescindible para el abordaje de situaciones de riesgo y vulnerabilidad social, facilitando la integración de los/as alumnos/as, detectando situaciones de riesgo y favoreciendo la colaboración de los familiares. El hecho de pertenecer a un equipo multidisciplinar que actúe sobre las dificultades que pueda presentar el/la alumno/a, crea un espacio de confianza y cercanía en el que este/a puede mejorar dichas dificultades y superarse en todos los aspectos. De esta manera, el/la trabajador/a social actúa como nexo entre las distintas instituciones (familia, escuela, etc.) y el equipo profesional técnico.

BIBLIOGRAFÍA

Consejo General del Trabajo Social. (2011). El Trabajo Social Educativo.  https://www.cgtrabajosocial.es/files/52bc5b6a6cada/EL_TRABAJO_SOCIAL_EDUCATIVO.pdf

Castro Clemente, C. C., y Viejo, J. P. (2017). El Trabajo Social en el entorno educativo. Barataria. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, 22(1), 215-226.

INEFSO. (2021, diciembre 3). El Trabajo Social en el ámbito Educativo. Centro de Formación Oficial en Ciencias Sociales. https://www.inefso.com/el-trabajo-social-en-el-ambito-educativo/ Panadero, C. A. (2023, 31 enero). Por qué necesitamos trabajadores/as sociales en la escuela. Medium.https://medium.com/@carrmen.alemany/por-qu%C3%A9-necesitamos-trabajadores-as-sociales-en-la-escuela-2dc42e94f5cc

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