Personas mayores en el distrito de Tetuán: la soledad no deseada 

Autora: Raquel Morcillo Tejera

Resumen 

Este artículo tiene como objetivo facilitar la aproximación al fenómeno de la soledad no deseada centrando la intervención desde el ámbito del trabajo social en el distrito de Tetuán. Así como conocer el cambio que se ha producido desde la atención tradicional o médica hacia la atención centrada en la persona, enfocando ésta hacia las personas mayores. Asimismo, se describen formas de intervenir con este colectivo, mediante recursos innovadores que respondan a sus demandas. Se concluye que las personas mayores que sufren el fenómeno deben ser atendidas y escuchadas como cualquier otro usuario, contando con un cuidado ético por parte de los profesionales del trabajo social. 

 Abstract 

This article aims to facilitate the approach to the phenomenon of unwanted loneliness by focusing the intervention from the field of social work in the district of Tetuán. As well as knowing the change that has occurred from traditional or medical care towards person-centered care, focusing it on the elderly. Likewise, ways of intervening with this group are described, through innovative resources that respond to their demands. It is concluded that older people who suffer from the phenomenon should be cared for and listened to like any other user, with ethical care from social work professionals. 

Palabras clave  

Soledad no deseada, Trabajo Social, modelo médico, ACP (atención centrada en la persona, co-housing, cuidado ético.  

Keywords 

Unwanted loneliness, Social Work, medical model of care, person-centred care, co-housing, ethical care. 

¿Qué entendemos como soledad no deseada? 

Para comprender el término de soledad no deseada, primeramente, debemos conocer que la soledad en sí misma, es una experiencia personal y subjetiva que puede presentarse en cualquier etapa vital de las personas. Es un sentimiento, que supone unas vivencias difíciles de definir, e incluye aspectos psicológicos y sociales. 

“La soledad, es un sentimiento subjetivo de tener menor afecto y cercanía de lo deseado en el ámbito íntimo (soledad emocional), de experimentar poca proximidad a familiares y amigos (soledad relacional) o de sentirse socialmente poco valorado (soledad colectiva)” (Cacioppo, et al., 2014; Delgado y González, 2019.) 

Aunque puede presentarse en cualquier etapa, es conocido que es en la última etapa, la de nuestras personas mayores, donde se produce la soledad como una realidad inevitable pues les preceden acontecimientos que propician a la aparición de ésta: jubilación o retirada del ámbito laboral, fallecimiento del/la cónyuge, familiares o amigos, dificultades en la movilidad o aparición de enfermedades, entre otras causas. 

Cuando a la carencia de compañía se le suma el sentido subjetivo de estar solo/a, de no tener a nadie, de tristeza y de vacío, entonces estamos hablando de soledad no deseada. Si ésta no se aborda adecuadamente, puede conducir a situaciones de gran vulnerabilidad e incluso aislamiento.  

Esta situación repercute de manera significativa en el bienestar psicológico de la persona pues puede manifestar problemas de hostilidad, resentimiento, ansiedad o tristeza e incluso, a nivel fisiológico e inmunológico, puede presentar un mayor riesgo de padecer enfermedades derivadas de dichas problemáticas psicológicas o conductuales, que a nivel social se manifiestan en la tendencia al aislamiento y déficit en las interacciones sociales. 

Estos datos nos indican que el fenómeno de la soledad no deseada es suficientemente prevalente como para que sea necesario elaborar programas psicosociales enfocados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores.  

Del modelo tradicional médico al modelo centrado en la persona, ¿qué ha supuesto para nuestra profesión? 

La forma en la que nos dirigimos a aquellas personas que solicitan apoyo a profesionales del trabajo social debido a circunstancias que oscilan entre problemáticas económicas, sociales, laborales, o todas en su conjunto, es un asunto que ha ido trabajándose a lo largo de los años. Es en la época de los años 20 a los 60 donde surge un enfoque de la atención desde el ámbito de lo social, el modelo médico, donde la persona comienza a ser “separada” de su trastorno, pues aquellas que los padecían eran comúnmente conocidas como locas o poseídas, y se les eran aplicados tratamientos arcaicos que generalmente estaban enfocados al ocultamiento y el encierro.  

Este primer enfoque plantea un cambio de mirada, en el que se empieza a percibir que la persona requiere ayuda, favoreciendo la investigación y avanzando hacia diferentes procesos terapéuticos. Se comienza a hablar de problemas, sobre todo psiquiátricos y psicológicos, en los que la herencia genética tiene una gran trascendencia, al igual que otras causas. 

Es hacia el final de los años 50 e inicio de los años 60 que surge un nuevo método de atención, aquella que se centraba en la persona. Éste posee sus orígenes en la atención centrada en el cliente de Carl Rogers (1940 a 1950), donde comienza a tomar relevancia la figura “del cliente”, considerado como un agente activo y los profesionales como acompañantes de su proceso.  

Es en este punto en el que surge el mayor cambio de visión entre la práctica asistencial tradicional y la ACP, pues es en esta última donde se logra que la persona sea totalmente separada de su trastorno y/o enfermedad. La atención no se centra en vencerla, sino en trabajar junto con ella, y a su vez, con otras circunstancias que rodean a la persona, para proponer cuidados y reflexionar sobre el cómo hacer y, primordialmente, el cómo dejar de hacer. Para lograr esto último es necesario establecer relaciones de ayuda positivas, que se centren siempre en las capacidades individuales de la persona, y no sólo en las dificultades que les supone la aparición o avance de las enfermedades. 

Es conocido que la ACP es un modelo con gran impacto en el ámbito gerontológico, por lo que es necesario continuar colocando a la persona mayor como centro de intervención en su propio proceso y cambio personal, construyendo un vínculo cercano y teniendo en consideración su dignidad, autodeterminación, deseos, inquietudes y necesidades. Es por ello, que actualmente es poco probable realizar una separación de una buena atención centrada en la persona sin la intervención de un/a trabajador/a social. 

Conceptualización de la realidad de nuestros mayores: Tetuán 

Tetuán es un distrito de Madrid, específicamente el segundo más grande, con 538 hectáreas (5,38 km²) y cuenta con 159.849 habitantes de los que aproximadamente el 70% es población activa.  

Nos centramos específicamente en este distrito a raíz de una investigación y observación participante llevada a cabo para la realización de un trabajo en la asignatura de Trabajo social en entornos multiculturales el pasado 2021. Durante aquel año, pudimos recoger según datos demográficos ofrecidos por el Ayuntamiento de Madrid a 1 de diciembre de 2021, que el distrito contaba con 159.849 habitantes de los más de 3 millones recogidos en toda la Comunidad de Madrid. A fecha actual, de 1 de diciembre de 2022, esta cifra ha disminuido a 157.433 pues la tasa de mortalidad supera a la de natalidad en un 0.17%. 

Realizando comparativas poblacionales con otros distritos, Tetuán no se caracteriza por tener población envejecida, pues éste se establece en un 19.29% (164.706) para aquellas personas con 65 o más años, siendo aún mayor en otros distritos como Retiro (26,57%), Salamanca (23,99%) o Chamartín (23,75%) entre otros. Aun así, las previsiones determinadas para el año 2031 indican que la población se establecerá en 217.637 personas mayores de 65 años, duplicando la cifra que actualmente presenta. 

Así como se mencionaba, Tetuán no se distingue por ser uno de los distritos con mayor tasa de envejecimiento poblacional, pero sí continúa teniendo un empobrecimiento poblacional muy notable con respecto a los distritos que lo rodean, que, según datos de Bankinter (2019), Tetuán contaba con una renta media de 23.540 euros, muy inferior a los distritos anteriormente mencionados que cuentan con tasas de 48.813, 68.333 y 50.148 euros respectivamente.  

Con ello queremos incidir en la importancia de atender a las personas mayores en el distrito de Tetuán, pues al añadido factor de exclusión social producido por bajas rentas económicas, se le aplica el sufrido por las personas que residen solas, siendo uno de los distritos donde el tamaño medio de hogar por número de personas residentes se establecía con 24.712 personas que residían solas hacia el año 2020, con un gran intervalo entre las residencias con dos convivientes, de 18.468 personas, y en disminución en cuanto se sumaran más residentes al hogar. Además, estos datos pueden anexionarse con los obtenidos por el INE en la Encuesta continua de Hogares (2020), donde de las 4.732.400 personas que vivían solas en toda España, un 42.1% de los hogares estaban habitados por personas mayores de 65 años, de los cuales 572.594 eran hombres y más de la mitad eran mujeres, concretamente un 71.9%, lo que llevaba a la conclusión de que tres de cada cuatro mayores de 65 años que residían solas hasta la fecha eran mujeres. 

¿Cómo podemos ayudar a este colectivo? ¿Qué nuevas alternativas podrían ser aplicadas? 

Conociendo estos datos sobre el distrito de Tetuán, y entendiendo que desde el ámbito de lo social la atención a la persona mayor siempre ha sido un hecho primordial, establecemos el decálogo de Teresa Martínez (2013) sobre la ACP la base de la atención a este colectivo siguiendo los siguientes fundamentos: 

  1. Todas las personas tenemos dignidad. 
  1. Cada persona es única. 
  1. La biografía es la razón esencial de la singularidad. 
  1. Las personas tenemos derecho a controlar nuestra propia vida. 
  1. Las personas con grave deterioro cognitivo también tienen derecho a ejercer su propia autonomía. 
  1. Todas las personas tenemos fortalezas y capacidades. 
  1. El ambiente físico influye en el comportamiento y bienestar subjetivo. 
  1. La actividad cotidiana tiene una gran importancia en el bienestar personal. 
  1. El ser humano es un ser social y nos relacionamos desde relaciones de interdependencia. 
  1. Las personas somos seres multidimensionales dinámicos, por lo tanto, sujetos a cambios. 

Este decálogo tiene gran implicación en cómo se entienden las necesidades de las personas y cómo deben ser abordadas desde el Trabajo social, lo que lo vincula directamente con la ética del cuidado, en la que se comprende al ser humano como un ser en relación, rechazando la idea de un individuo ensimismado y solitario, pues no se identifica al sujeto humano como sujeto cerrado en sí mismo, sino vinculado a una realidad social y a otros seres humanos. Y, siguiendo el artículo del Comité de Ética de Gorabide de 2015, la ética del cuidado surge al reconocer la vulnerabilidad y dependencia de los seres humanos a lo largo de sus vidas, en especial, cuando surgen momentos en los que somos incapaces de cuidar de nosotros mismos, precisando de otros para apoyarnos y encontrar nuestro bienestar; y es ahí donde la labor social tiene mucha importancia y debe ser referencia para estas personas.  

En una ética centrada en el cuidado, las acciones se realizan para responder a las necesidades básicas de una persona que no puede realizarlas por sí misma, donde los detalles, las pequeñas cosas, los pequeños gestos importan, y, en última instancia, son los que hacen amable y le dan sentido a la vida. 

El cuidado aporta una dimensión humana de vínculo en la que el concepto fundamental, así como se ha determinado en las bases de la ACP, es la responsabilidad con las personas y no tanto la preocupación por su enfermedad y/o discapacidad. 

Como trabajadores sociales podemos establecer diferentes tipos de relación en el arte del cuidar, que varían desde la indiferencia, que sería el plano menos acertado de intervención, hasta el amor, honor o arraigo, que serían posturas más encaminadas a tratar con el colectivo de personas mayores. 

Entre las prestaciones y servicios que se le ofrece a este colectivo en la actualidad, encontramos las derivadas de dependencia que corresponderían a los servicios de SAD (servicio de ayuda a domicilio), TAD (Teleasistencia), Centros de día ocupacionales, atención residencial, y programas de promoción de la autonomía personal; así como prestaciones tales como la PCEF (prestación económica para cuidados en el entorno familiar), la PVS o cheque servicio, así como la prestación económica de asistencia personal. Sin embargo, en su artículo sobre los proyectos coliving, María Jesús Revilla (2021) nos pone de manifiesto una alternativa relacional que pudiera ser un servicio adaptado a las necesidades sociales de aquellas personas mayores que sienten una soledad no deseada. En específico, ese mismo año, se puso en marcha la transformación en Tetuán de un edificio de los años 60 en una comunidad que abarcaba espacio para 20 convivientes, con habitaciones individuales, pero con áreas comunes tales como la cocina, lugares de ocio, salas de estar, taquillas, y una terraza en la azotea. El objetivo de proyectos como estos, es reutilizar adaptativamente espacios para dar forma a una nueva vida en barrios históricos y de carácter centralizado, con el fin de crear comunidades en las que se puedan crear fácilmente lazos sociales con iguales. 

Las alternativas coliving o cohousing surgieron en Dinamarca hacia el 1969 y no ha sido hasta estos últimos años que se ha ido implementando en nuestro país. Son conocidas ciertas comunidades tales como la Cooperativa Los Milagros en Málaga o Trabensol en Torremocha del Jarama, habiendo sido iniciativas promovidas y desarrolladas por los propios usuarios y que, en algunos casos, han tardado más de diez años en lograr sacar adelante el proyecto.  

Conclusiones 

El modelo centrado en la persona nos ha permitido crecer como profesionales y adoptar una ética centrada en el cuidado y acompañamiento de las personas más vulnerables, como lo son las personas mayores. La soledad no deseada es un factor que como su propio nombre indica, no es prevista ni esperada por quienes la padecen, pero es un problema real que afecta a muchas personas en nuestro país, en especial, a las personas de la tercera edad. A ello, se le suman factores económicos, sociales y relacionales, entre otros, que como hemos observado en el distrito de Tetuán, la cifra de personas que residen solas en el domicilio es muy numerosa y afecta en gran medida a un colectivo que socialmente ya era vulnerable, el de las mujeres. Necesitamos, como profesionales de lo social, apoyarnos en el decálogo de la ACP, así como en el código deontológico de nuestra profesión para cuidar éticamente y sin sujeciones, ser personal de referencia para las personas más vulnerables, plantearles actividades que sean significativas y les ayuden a su desarrollo personal, como es la alternativa a los centros residenciales del cohousing o coliving, sobre todo llegada la edad de los 65 años, previniendo el deterioro de nuestras personas mayores y promoviendo sus capacidades e intereses con grupos de iguales donde se autogestionen y se les ofrezcan oportunidades de expresar sus deseos.  

También es importante señalar que, aunque si bien el cuidar es una actividad dura, también tiene sus beneficios: el agradecimiento, la recompensa interna por las tareas realizadas, el desarrollo positivo de la persona cuidada, entre otros. En definitiva, el buen cuidado de las personas mayores nos coloca en la bonita situación de poder contribuir a su bienestar y desarrollo de sus proyectos vitales, pues sus demandas son igual de importantes que las de cualquier otro/a usuario/a y debemos trabajar con ilusión la mejora y establecimiento de nuevas formas de atender de manera satisfactoria sus deseos y necesidades.   

Referencias bibliográficas 

Ayuntamiento de Madrid. (1 de enero 2020). Hogares por Tamaño, Composición del hogar, Nacionalidad y Sección Censal según Distrito. (Explotación estadística). Datos. 

https://datos.madrid.es/portal/site/egob/menuitem.c05c1f754a33a9fbe4b2e4b284f1a5a0/?vgnextoid=88ef31e2af4c1710VgnVCM2000001f4a900aRCRD&vgnextchannel=374512b9ace9f310VgnVCM100000171f5a0aRCRD&vgnextfmt=default

Ayuntamiento de Madrid. (3 de enero 2021). Distritos en cifras (Información de Distritos). Datos. 

https://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/El-Ayuntamiento/Estadistica/Distritos-en-cifras/Distritos-en-cifras-Informacion-de-Distritos-/?vgnextfmt=default&vgnextoid=74b33ece5284c310VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=27002d05cb71b310VgnVCM1000000b205a0aRCRD

Bankinter (2019). Los barrios de Madrid con mayor renta media. bankinter.com. 

https://www.bankinter.com/blog/finanzas-personales/barrios-madrid-mayor-renta

Delgado Losada M. L., y González D. A. (2021). Estudio sobre la atención a la soledad no deseada de las personas mayores. Grupo de Investigación Políticas Sociales Emergentes, Innovaciones y Éticas Aplicadas en Trabajo Social. Universidad Complutense de Madrid. https://soledadnodeseada.es/wp-content/uploads/2021/11/Estudio-atencion-soledad-no-deseada-personas-mayores.pdf 

Delgado Losada M. L., y González D. A. (2019). Estudio sobre la atención a la soledad no deseada de las personas mayores: tendencias, retos y propuestas de futuro. Grupo de Investigación Políticas Sociales Emergentes, Innovaciones y Éticas Aplicadas en Trabajo Social. Universidad Complutense de Madrid. https://soledadnodeseada.es/wp-content/uploads/2021/05/Soledad-o-Aislamiento.pdf 

INE- Instituto Nacional de Estadística (2020). Encuesta continua de hogares. 

 Últimos datos INE. https://www.ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C 

Martínez Rodríguez, T. (2013). Decálogo de la Atención Centrada en la persona. http://www.acpgerontologia.com/acp/decalogodocs/sudecalogo.htm 

Martí, J. (30 de octubre 2015). El cohousing, una opción real para personas mayores hoy. Blog Inforesidencias. https://www.inforesidencias.com/blog/index.php/2015/10/29/el-cohousing-una-opcion-mas-para-los-mayores-de-hoy-y-manana/#:~:text=El%20COHOUSING%20nace%20en%20Dinamarca,de%20una%20comunidad%20de%20vecinos

Revilla, M. J. (2021, 5 febrero). Este proyecto es la nueva tendencia para vivir: el coliving. https://www.elledecor.com/es/arquitectura/a33480361/coliving-madrid-tetuan-apartamento/