INTERVENCIÓN CON PERSONAS MAYORES DESDE EL MODELO DE ATENCIÓN CENTRADO EN LA PERSONA

Autora: Leyre Soler Ochoa

RESUMEN  

Cuando intervenimos profesionalmente con personas mayores, especialmente las dependientes, debemos tener en cuenta diversos factores de la vida de la persona y siempre debemos actuar respetándola, teniéndola en cuenta y valorando las intervenciones con ella, quien será la receptora principal de las ayudas y la atención que reciba.  

Es por esto por lo que el Modelo de Atención Centrada en la Persona persigue una intervención en la que la persona dirige y controla su vida, así como las decisiones de esta. Este enfoque supone una nueva forma de trabajar con las personas mayores, lo que conlleva ciertos cambios y modificaciones para los/as profesionales.  

PALABRAS CLAVE (5) 

Personas mayores, modelo de atención centrada en la persona, profesionales, intervención, derechos. 

INTRODUCCIÓN  

Las personas mayores son uno de los grupos poblacionales más marginados en la sociedad del S.XXI. A pesar de que en distintos lugares del mundo y en distintas épocas se les rendía un gran respeto y admiración por sus grandes hazañas y enseñanzas, actualmente para muchos/as, las personas mayores son una carga y tienden a infantilizarlas y a tratarlas de menos. El edadismo, constructo social mediante el que se discrimina a una persona por razones de edad, por ser demasiado joven para X o demasiado mayor para Y, condiciona mucho a las personas generando en ellas una sensación de menosprecio hacia su dignidad y sus propias capacidades y habilidades. En el caso del edadismo por la edad avanzada, este contribuye a que la sociedad refuerce esa mirada discriminatoria hacia las personas mayores y, además, hace que estas mismas se sientan menos. Esto se puede explicar bien con el Efecto Pigmalión o la Profecía Autocumplida; las personas se creen lo que la sociedad cuenta como cierto y verdadero y, por ende, tienden a actuar de acorde a lo que se establece socialmente, no viéndose capaces de establecer metas para su vida ni un sentido vital. En el Boletín Oficial del Estado (B.O.E.) queda redactada una ley, Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, donde se nombran a las personas mayores, que cuentan con dificultades físicas y/o psicológicas, así como la debida atención que deben recibir al tratarse de un debido colectivo vulnerable.  

ARTÍCULO 

¿Qué es el Modelo de Atención Centrada en la Persona  

Como bien refleja y queda explicado por el Gobierno Vasco en sus cuadernos prácticos acerca del Modelo de Atención Centrada en la Persona, dicho modelo trabaja desde el reconocimiento de que cada persona es única y singular, siendo la propia persona el centro de la intervención. Los/as profesionales deben cuidar y apoyar los proyectos de vida de los/as usuarios/as, teniendo en cuenta que, así como cada persona es única, también sucede con sus respectivos proyectos de vida, que también deben ser vistos como únicos.  

Este enfoque lucha por que sea la propia persona la que opine, elija y controle su propia vida, así como las decisiones que toma acerca de las actividades cotidianas. Por tanto, este modelo reconoce las fortalezas y capacidades que todas las personas tenemos para trabajar a partir de estas. Como cada persona es singular, cada biografía por ende también lo es, por esto, los deseos de las personas son el fundamento de la actuación profesional, y serán los referentes de los planes de atención. 

Como el principal objetivo del modelo de atención centrada en la persona es el respeto y el reconocimiento de los derechos de las personas, en este caso, mayores, este enfoque se nutre de un conocimiento científico guiado por principios éticos donde queda reflejada, legalmente (normativas y declaraciones internacionales), la defensa de los derechos básicos e inviolables de las personas.  

A pesar de que el modelo centrado en la persona tenga similitudes con otros orientados a los servicios, encontramos algunas características clave que lo diferencian (Abellán et al., 2009): 

Los modelos centrados en la persona “sitúan su foco en las capacidades y habilidades. Desde este enfoque se comparten decisiones y se observa a la gente dentro de su entorno habitual. Esbozan un estilo de vida con un ilimitado número de experiencias deseables. Los/as profesionales se centran en la calidad de vida de las personas y crean equipos para solucionar los problemas. Animan a los que trabajan directamente a tomar decisiones y, organizan acciones para usuarios/as, familias y trabajadores/as. Las nuevas iniciativas valen la pena incluso si tienen un pequeño comienzo. Utilizan lenguaje familiar y claro, y, por último, la intervención de los/as profesionales es global y centrado en el plan de vida de las personas”.  

A diferencia de los modelos centrados en el servicio cuyo enfoque se centra en las necesidades de las personas siendo los/as propios/as profesionales quienes toman las decisiones. La intervención desde este enfoque se basa en priorizar aspectos, conductas, patologías de la persona.  

PILARES DEL MODELO DE ATENCIÓN CENTRADA EN LA PERSONA: 

  1. Dignidad y respeto de la persona 

Cada persona es única, por lo que cada uno/a de nosotros/as merecemos una dedicación especializada según nuestras necesidades, preferencias y capacidades. No se puede pretender ayudar a todas las personas de la misma manera ya que no somos iguales, ni todas las personas vivimos igual. Cada persona vive según sus circunstancias y según el contexto. Pero sí somos iguales en dignidad y derechos, por lo que sí se nos deberá tratar a todos/as con respeto independientemente de la edad, enfermedad, orientación sexual, ideologías, etc. Este respeto también va dirigido hacia nuestra manera de vivir y hacer las cosas, nuestros hábitos, costumbres, etc. Todas las personas somos libres y debemos serlo, de tomar nuestras propias decisiones y poder dirigir y controlar libremente nuestras vidas (dentro del respeto mutuo y hacia el mundo en el que vivimos). También somos libres y tenemos el derecho de proteger nuestras posesiones y nuestra intimidad, por lo que nunca debe ser cuestionada ni violada y siempre debe ser priorizada a la hora de intervenir para alcanzar nuestro bienestar. Esto mismo es lo que se aplica en el enfoque de atención del modelo de intervención centrado en la persona, con personas mayores en este caso.  

El respetuoso y buen trato junto a la atención profesional personalizada son los grandes objetivos de esta intervención que persiguen un cuidado integral y personalizado de las personas.  

Es así como se llevan a cabo los Planes de Acción y Vida, mediante la aplicación de los principios de integridad y personalización de la intervención con personas mayores. Este enfoque busca promover la autonomía de la persona apoyándola para que esta tome sus propias decisiones y tenga un mayor control de su vida; se fomenta también la independencia para que la persona se sienta libre a la hora de tomar sus decisiones. La persona mayor debe ser motivada y estimulada a buscar la realización personal para que sea la primera que confía en sus capacidades y habilidades, esto puede alcanzarse mediante la participación en actividades gratificantes en ambientes agradables. Además, es fundamental que la persona mayor se sienta segura y protegida cuando es receptora tanto de cuidados sanitarios como personales. Finalmente se buscará orientar y acompañar a las personas que se dediquen al cuidado.  

  1. Apoyo de los proyectos de vida de las personas 

Los/as profesionales debemos contar con habilidades y competencias esenciales para los cuidados personales y sanitarios de las personas mayores. Pero, además de esto, los/as profesionales tienen que apoyar y conocer las prioridades de la vida de las personas, así como sus costumbres, hábitos y forma de ser. Las personas nos planteamos muchas cuestiones importantes de la vida en todas las edades, de jóvenes, de adultos, en edades más avanzadas…, y esto mismo es lo que nos ayuda a establecer metas, objetivos y deseos en nuestras vidas, lo que también debemos priorizar y dar valor como profesionales que intervenimos con las personas mayores. 

Todas las personas tienen un proyecto de vida que, nosotros/as como profesionales debemos apoyar mediante el conocimiento y la identificación de lo que es verdaderamente importante para la persona con la que intervenimos, proteger y respetar sus hábitos, modo de vida, rutinas, etc., acentuar los logros positivos que la persona haya alcanzado a lo largo de su vida y escuchar los deseos y metas, valorándolos y sugiriendo otras que también puedan ser alcanzadas por la persona mayor.  

  1. Búsqueda de calidad de vida de las personas 

La sistematización de la gestión de los recursos junto a la profesionalización en la atención de las personas mayores son logros que hemos alcanzado en cuanto a la intervención con personas mayores. Aun así, nuestra mirada debe ir dirigida a que la persona alcance una buena y adecuada calidad de vida, entendiendo que cada persona es la protagonista de esta y que los/as profesionales serán el apoyo fundamental para que las personas sigan desarrollando sus proyectos de vida asegurando su bienestar. 

Por esto mismo, lo primordial son los deseos y preferencias de las personas con las que los/as profesionales trabajan, siendo los ejes principales de la intervención sistematizada, coordinada y organizada.  

CAMBIOS Y NUEVOS ROLES PROFESIONALES EN EL MODELO DE ATENCIÓN CENTRADA EN LA PERSONA: 

Lo que el modelo de atención centrada en la persona persigue es que los/as profesionales sean personas comprometidas con su trabajo y que en los centros donde trabajen cuenten con un/a líder que se implique con los/as profesionales, así como con las personas mayores con las que intervienen, buscando de esta forma un consenso y participación con quienes se trabaja. Esta mirada supone un nuevo enfoque ya que muchos centros y organizaciones trabajan centrados en los servicios, lo que conllevará un esfuerzo por parte de los equipos profesionales.  Este modelo centrado en la persona brindará grandes oportunidades de mejora y beneficios en la actuación con personas mayores.  

Para este cambio, en primer lugar, los/as profesionales deberán escuchar de forma activa, apoyar, acompañar y motivar a las personas usuarias con el fin de buscar oportunidades y apoyos para estas. Es así como también se buscará darles el poder real a las personas sobre sus vidas ya cuenten con cierto grado de dependencia o con complicaciones/ afectaciones físicas, cognitivas, emocionales, etc. Las personas deberán sentirse cómodas y con total libertad de expresar incertidumbres, dolores, molestias, incomodidades, así como el bienestar de sus vidas.  

En segundo lugar, las personas mayores con las que se interviene deberán sentirse a gusto con el ambiente físico, por lo que cuanto más cálido y hogareño sea el espacio donde se trabaja con los/as usuarios/as mejor clima habrá. Además, es fundamental que el espacio sea accesible para todas las personas, para su alcance y para sentirse bienvenidas.  

En tercer lugar, el enfoque centrado en la persona busca proporcionarles a las personas mayores actividades terapéuticas que no contribuyan a infantilizar ni aburrir a las personas. Es fundamental que a la hora de realizar las actividades “con sentido”, las personas no se sientan obligadas a ello y que tengan la libertad de elegir entre distintas alternativas propuestas por los/as profesionales.  

En cuarto lugar, como ya he expresado anteriormente, el modelo centrado en la persona busca que esta sea la protagonista de su intervención junto a los/as profesionales. Pero, a la hora de trabajar con personas mayores que cuentan con significantes deterioros cognitivos, debemos contar con sus familiares, amistades y otros/as profesionales más cercanos al/a la usuaria/o. De esta manera se intentará que las personas tomen sus propias decisiones o sino que acepten decisiones con las que están de acuerdo según sus prioridades, necesidades y valores. Esta forma de intervenir se puede llevar a cabo mediante la creación de grupos de apoyo, donde los/as familiares de los/as usuarios/as también se impliquen y cooperen con la intervención y con los/as profesionales.  

Por último, en quinto lugar, el modelo de atención centrado en la persona requerirá de cambios en las instituciones y organizaciones de forma gradual para así poder alcanzar el bienestar y una buena calidad de vida junto a las personas mayores usuarias. Para esto es fundamental que tanto los/as usuarios/as como sus familiares como los/as profesionales se impliquen de lleno en la atención personalizada y con sus objetivos.  

Por otro lado, es importante destacar que los equipos técnicos que trabajen con personas mayores deben estar compuestos por distintos/as profesionales de diversos ámbitos y que así los equipos sean multidisciplinares. La coordinación y el trabajo en equipo serán fundamentales para conocer bien la situación de la persona atendida, así como sus valores, proyecto de vida, necesidades, etc.  

Este modelo centrado en la persona, como he comentado anteriormente, requiere de un cambio de roles de los/as profesionales que consistirá en: 

  1. Una actuación centrada en la autodeterminación de las personas mayores. 
  1. Un trabajo junto a las familias de los/as usuarios/as, quienes también se implicarán en el proceso. 
  1. La flexibilidad de las organizaciones para que los/as profesionales se impliquen y comprometan con la persona con la que interviene. 

Además de los cambios en la forma de intervenir con las personas usuarias, dentro de los equipos técnicos también debe haber una supervisión profesional que será esencial para garantizar una óptima atención a las actuales y nuevas personas mayores usuarias. Para evitar que el/la profesional se encuentre en una situación de “burnout” (desgaste profesional) o que se sienta abrumado/a, será primordial acoger y formar a la/el nueva/o profesional. Esto se puede llevar a cabo mediante la formación con guías, manuales, cursos, etc., y una breve supervisión con profesionales más expertos en la materia y en el enfoque. Es fundamental que la formación de los/as profesionales no se realice únicamente al inicio de su recorrido profesional, sino que será de gran importancia la formación continuada que aporte nuevas ideas, propuestas de intervención desde los distintos ámbitos profesionales, etc. Las reuniones de equipo también son una herramienta muy útil para una supervisión profesional y de la tarea, continuada. Por último, y no menos importante, será fundamental que a los/as profesionales se les proporcione apoyo emocional, así como una revisión del trabajo realizado, en equipo. El coaching, la consulta de los casos con profesionales expertos/as, las sesiones de apoyo, entre otras, son algunas de las estrategas más útiles para lo comentado anteriormente. Puig (2011) en su artículo acerca del Trabajo Social y su supervisión, expresa la necesidad de esta actividad en la práctica de dicha profesión. 

Los/as profesionales debemos estar formados/as y debemos contar con estrategias y técnicas que nos permitan desarrollar nuestra labor profesional desde el enfoque centrado en la persona, de una manera óptima. Para ello, deberán desarrollar y trabajar la empatía para comprender las situaciones de las personas mayores usuarias. También es útil que los/as propios/as profesionales conozcan sus capacidades, fortalezas y recursos, y así poder detectar sus propias resistencias, así como las de las personas usuarias.  

Para intervenir desde este enfoque centrado en la persona, los/as profesionales deberán tener paciencia y confiar en el tiempo que conllevan algunas actuaciones en la intervención. Además, también deberán observar su desempeño profesional a diario para así detenerse y tomarse tiempo antes de actuar sin llevar a cabo un plan o estrategia personalizada según la situación del/el usuario/a. Una de las estrategias que los/as profesionales pueden llevar a cabo para evitar la automatización en la intervención es la de no seguir muchas rutinas que le impidan ser creativos/as. Lo mejor será buscar nuevas opciones, miradas, ideas, y proponer distintas formas de actuar. 

CONCLUSIONES 

La intervención con personas mayores siempre ha tendido a estar dirigida hacia los servicios más que hacia el/la propio/a usuario/a, es por esto por lo que, implantar este enfoque en los centros, instituciones y organizaciones supone un reto para los/as profesionales. El desarrollo de las nuevas técnicas que este enfoque trae consigo requieren el cambio de algunas de las prácticas profesionales llevadas a cabo actualmente y la organización del trabajo. El modelo de Atención Centrada en la Persona busca que la persona sea el centro de la intervención, siendo esta la protagonista. Es por esto por lo que, se deberá entender la singularidad de cada persona usuaria, así como la importancia de respetarla a ella y a sus derechos, dignidad y libertades 

BIBLIOGRAFÍA 

  • Honoré, C. (2018). Elogio de la Experiencia. RBA. 
  • Martínez Rodríguez, T.; Díaz-Veiga, P.; Rodríguez Rodríguez, P. y Sancho Castiello, M. (2015). Modelo de atención centrada en la persona. Cuadernos prácticos. Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco junto a Fundación Matia. 
  • Puig Cruells, C. (2011). Trabajo Social y supervisión: un encuentro necesario para el desarrollo de las competencias profesionales. Documentos de Trabajo Social, 19(1), 47-73. 
  • Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. Boletín Oficial del Estado, 289, de 3 de diciembre de 2013. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2013-12632 

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