Intervención en desastres naturales
Carla Matas Pino
Nerea de la Montaña Sabando
RESUMEN
La intervención en desastres en el trabajo social está enfocada en asistir a personas y comunidades que han sido impactadas por eventos catastróficos, como terremotos, inundaciones o pandemias.
Los/as profesionales del trabajo social juegan un papel esencial en identificar necesidades, coordinar recursos y brindar apoyo emocional y psicológico, además, desarrollan estrategias para reducir el impacto del trauma, facilitan el acceso a servicios esenciales y fomentan la resiliencia. Su trabajo también involucra colaborar con diversas agencias y organizaciones para garantizar una respuesta organizada y efectiva.
PALABRAS CLAVE: Trabajo Social, Ayuda, Catástrofes, Intervención, Emergencia.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL TRABAJO SOCIAL COMO INTERVENCIÓN EN DESASTRES NATURALES
El ser humano ha sido víctima de diferentes desastres, tanto naturales como de otras índoles, que han supuesto numerosas pérdidas y daños al entorno, a los bienes y a las propias personas y comunidades. Esta clase de eventos adversos hace que la población no tenga recursos para afrontar la nueva situación y sean vulnerables (Sepúlveda, 2016).
En lo referente a datos y estadísticas, se puede apreciar que al año se da lugar a centenares de grandes emergencias y desastres naturales. Entre los años 1994 y 2005, hubo una media de 570 catástrofes, los cuales tuvieron impacto en 260 millones de personas y provocaron más de 60 000 defunciones (Ayala, 2006). Cabe destacar, que esta cifra ha aumentado con el paso de los años y, solo en el 2018 se produjeron 850 desastres, sin tener en cuenta los considerados de poca magnitud como una pequeña inundación (Ferrero, 2017).
En lo que respecta a España, ha sufrido grandes impactos en mortalidad y morbilidad. Por ejemplo, entre el año 1950 y 2005 hubo 133 situaciones de gran emergencia que originaron más de 6 000 fallecimientos. Es destacable mencionar también que, de estos desastres, un 18 % fueron de origen natural (Ayala, 2006).
Los/as trabajadores/as sociales son los/as encargados/as de abordar inicialmente las situaciones en las que las personas se encuentran superadas por sus capacidades para enfrentar diversas amenazas o experiencias traumáticas, poniendo en riesgo su autonomía, salud, seguridad e incluso su vida.
Hay que intervenir de forma inmediata para salvar vidas, auxiliar heridos, rescatar personas; pero, además, la intervención no sólo está́ dirigida a la persona que lo sufre directamente, sino que también es necesario auxiliar y prestar atención psicosocial a los familiares, y/o a la comunidad a quien, sin quizás verse envuelta directamente, la cercanía con el hecho puede traumatizar y llevar a protagonizar episodios de pánico ansiedad, ira, etc. (Peñate, 2009).
Es importante mencionar que, según la Organización Mundial de la Salud (1948) se define salud como un “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Esta referencia es crucial porque respalda la intervención de los/as trabajadores/as sociales en situaciones de catástrofes y emergencias.
Actualmente, autores como Peñate (2009) destacan que los/as trabajadores/as sociales están capacitados/as para manejar contextos de emergencia por su formación sólida y reconocida. Por consiguiente, en este tipo de situaciones, es prioritario que formen parte de los equipos que intervienen durante todo el proceso de la emergencia (Arito y Jacques, 2005). Sin embargo, este es un hecho reciente, ya que durante décadas estos/as actuaron en contextos de emergencia, más no se visibilizó ni se dio crédito a su labor. Por ello, a pesar de participar y ser necesarios, no eran parte del equipo de primera respuesta (Vázquez y Galisteo, 2019).
Para clasificar las situaciones hemos realizado el siguiente esquema:
A principios del siglo XX existían intervenciones informales por parte de los vecinos, organizaciones religiosas, etc. Por ello, empezaron a coger fuerza las organizaciones caritativas como Cruz Roja, y empezaron a formalizar la asistencia en desastres. Aun así, el enfoque seguía siendo humanitario y no profesional/sistemático.
La profesión se fue desarrollando entre los años 30 y 50, durante la Segunda Guerra Mundial, el trabajo social comenzó a ser reconocido como una profesión con metodologías propias para abordar crisis y desastres.
Empezaron a crear técnicas y pautas para manejar el impacto psicológico y social de las catástrofes y se desarrolló una formación específica para ello.
Entre los años 60 y 80, se consolidaron modelos específicos de intervención en desastres naturales, incluyendo la planificación, respuesta inmediata y la recuperación a largo plazo.
Actualmente, por el aumento de la frecuencia e intensidad de desastres naturales debido al cambio climático, el trabajo social está adaptado para abordar los desafíos emergentes y promover la resiliencia comunitaria, aunque nos encontramos en aprendizajes y evoluciones continuas para enfrentar nuevos tipos de crisis y mejorar la eficacia de las intervenciones.
LA LABOR DEL TRABAJO SOCIAL EN EL ÁMBITO DE DESATRES NATURALES
Los/as trabajadores/as sociales abarcan toda la crisis, desde la preparación y planificación hasta la evaluación y seguimiento una vez ya pasada la situación. Los desastres son acontecimientos no cotidianos que pueden ser causados por la naturaleza, tales como terremotos, inundaciones, huracanes y otros, o causados por el hombre como incendios, conflictos bélicos, actos terroristas, contaminación química, por ejemplo. En los desastres se presentan dos aspectos básicos, los daños materiales y los daños humanos. Rojas (1993).
Participan en la creación de planes de emergencia que abarcan las necesidades sociales y emocionales de las comunidades, incluyendo estrategias de autocuidado y preparación familiar.
Colaboran con otras organizaciones para coordinar la distribución de los recursos y realizar intervenciones directas para abordar las situaciones críticas y prestar un apoyo inmediato a las personas.
Hay algunos pasos clave a seguir en estas situaciones como por ejemplo facilitar la comprensión de lo ocurrido, ayudar a identificar y expresar los sentimientos (como culpa, miedo, tristeza, angustia…), asistir en la resolución de problemas diarios en la nueva situación, facilitar la elaboración emocional del evento, proporcionar tiempo para el duelo, ofrecer apoyo continuo y evaluar posibles estrategias de afrontamiento para prevenir complicaciones, entre otros.
La intervención varía en función del tipo de emergencia y en la fase que se encuentre, para ello hemos tenido en cuenta todas las posibilidades.
Los/as trabajadores/as sociales desempeñan sus funciones dependiendo de los distintos tipos de emergencias que existen:
- Emergencia Social Individual y/o Familiar: Esta emergencia tiene como característica que afecta a una única persona o al núcleo familiar. La atención a esta problemática se da gracias al Sistema Público de Servicios Sociales.
- Emergencia Social Colectiva: Esta emergencia es caracterizada por afectar a un grupo de personas que pueden o no componer una red familiar o social. La atención a este tipo de emergencia se da desde el Sistema Público de Servicios Sociales o, desde un equipo profesional de Atención Especializada en Emergencias Sociales.
- Gran Emergencia y/o Catástrofe: Esta catástrofe afecta a un gran número de personas y, requiere la movilización y coordinación de una gran cantidad de recursos.
FASES DE LA EMERGENCIA
- Fase previa a la emergencia social:
Esta fase es de gran importancia y está dividida en dos apartados:
- Previsión: Hace referencia a la creación de las herramientas, los procedimientos y los documentos necesarios para facilitar la actuación futura. Se realiza con las distintas aportaciones de los miembros del equipo que intervendrán en caso de emergencia, por esto es importante que los miembros del equipo estén constantemente capacitándose y ampliando sus conocimientos.
- Prevención: La medida principal de la intervención es disponer de los medios necesarios para prestar atención cuando se produzca la emergencia (ropa, alimentos, albergues, etc.). Asimismo, resulta crucial llevar a cabo tareas de prevención a nivel comunitario tales como estudios para conocer los recursos existentes y su capacidad en una situación de emergencia social.
- Fases durante la Emergencia Social:
- Evaluación de las necesidades que surgen durante una emergencia específica: Para llevar a cabo una valoración precisa de las necesidades, es recomendable hacer uso del Triaje Social. Este concepto, inspirado en el Triaje Médico, se define como el método particular del trabajo social para seleccionar y clasificar a las personas afectadas según la urgencia de atención social requerida. Se priorizará a quienes tengan necesidades sociales más graves que deben ser atendidas de inmediato, teniendo siempre en cuenta los recursos disponibles.
- Actividades de contención y apoyo emocional: Las emergencias sociales suelen provocar altos niveles de estrés y desestabilización emocional. Por ello, es esencial activar los recursos necesarios y proporcionar ayuda para manejar las emociones de manera efectiva.
- Comunicación con los afectados y sus familiares: Este proceso debe llevarse a cabo con una comunicación donde prevalezca la empatía, el respeto, la sinceridad, una actitud positiva, imparcialidad, confidencialidad y ética profesional. Una de las tareas más difíciles en las emergencias sociales es informar a un familiar sobre el fallecimiento de un ser querido. Para ello, primero se debe llevar a los familiares a un lugar tranquilo, sin interrupciones.
Después, se les dará la noticia con la presencia de todo el equipo involucrado (médico, psicólogo, etc.) para responder a cualquier pregunta que puedan tener los familiares. Es recomendable que la noticia no se comunique a un solo miembro de la familia, sino que al menos haya dos personas presentes para ofrecer apoyo mutuo. - Mediación entre los/as afectados/as y otros sistemas involucrados: En situaciones de emergencia social participan numerosos equipos profesionales, como bomberos y policía, militares, etc. Esta amplia movilización de recursos humanos requiere una eficaz gestión de la información entre estos sistemas y los/as afectados/as. Un miembro del equipo de emergencias sociales, por lo general el jefe o jefa de equipo, será responsable de facilitar esta coordinación.
- Administración de recursos para apoyar a los equipos de intervención: Será necesario encargarse de las tareas logísticas y organizar adecuadamente los espacios para gestionar de manera eficiente los recursos disponibles. Se establecerán diferentes áreas para la intervención en emergencias sociales, que variarán según las características de la situación. Por ejemplo, zona para la comunicación con los familiares, refugio para los afectados (incluyendo áreas adaptadas para distintas culturas, menores, personas con diversidad funcional…), zonas de espera para familiares, etc.
- Funciones de apoyo e intervención social con los afectados y sus familiares: El acompañamiento social se llevará a cabo después de evaluar las necesidades, con el fin de que la persona pueda continuar su vida en las mejores condiciones posibles. La intervención social en esta etapa busca que la persona logre la autonomía necesaria para enfrentar y superar la situación.
- Administración de recursos básicos de supervivencia para los afectados y sus familiares: En esta área, utilizaremos los recursos disponibles para proporcionar asistencia esencial a los/as afectados/as y sus familiares, como alimentos, transporte, entre otros. La naturaleza de esta asistencia dependerá del tipo de emergencia social que haya ocurrido.
- Administración de servicios y prestaciones especializadas en situaciones de emergencia social: En esta etapa, se abordarán servicios y prestaciones dirigidos a un reducido grupo de personas con necesidades particulares, como la provisión de alimentos sin cerdo (por razones religiosas), alimentos sin gluten (por motivos de salud), o la gestión de enterramientos especiales con ritos religiosos, entre otros.
- Administración y coordinación del voluntariado cívico en el contexto de las Emergencias Sociales: Se refiere a personas que no están gravemente afectadas por la situación o que están presentes en el área y desean ayudar de manera altruista. Generalmente, no tienen la formación necesaria, por lo que requieren apoyo profesional para llevar a cabo su labor. Es importante evaluar si se necesita este tipo de voluntarios/as y, si no es así, comunicarles que su ayuda no es necesaria.
- Fase después de la Emergencia Social:
En el ámbito técnico, se elaborarán los informes y documentos requeridos para justificar la intervención realizada. Los/as expertos/as tenemos que enfrentar circunstancias críticas de urgencia, angustia y dolor durante estas intervenciones. Según Baloian (2007), para hacer frente a estas circunstancias, se pueden utilizar las siguientes herramientas:
- Defusing: Los distintos profesionales que han actuado en la situación de emergencia, se reúnen para hablar y tratar lo sucedido y, tiene como fin desahogarse y disminuir lo negativo.
- Debriefing: Ayuda con la liberación de las emociones y con el recuerdo de la situación vivida. Los/as profesionales que utilizan esta técnica tienen la oportunidad de expresar y compartir sus vivencias, aquello que sienten. Esta técnica debe estar guiada por un/a psicólogo/a.
Después de que un/a profesional experimente este tipo de situación, lo más probable es que experimente uno de los trastornos siguientes, por un lado, el Trastorno de Estrés Postraumático y la Depresión. Estos dos trastornos requieren de una atención especializada dirigida por un/a profesional.
FUNCIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN CATRASTOFES NATURALES
En cuanto a las funciones que realiza el/la profesional del trabajo social en catástrofes naturales son las siguientes:
- Ayudar a disminuir las injusticias sociales.
- Informar sobre las oportunidades con las que cuentan.
- Dar apoyo a las familias, personas y grupos en cuanto al desarrollo de las capacidades emocionales y sociales.
- Asistir aquellas personas que lidian con sus emociones y sentimientos para que puedan aprender a explicarlo de manera clara.
- Apoyar y ofrecer ayuda psicológicamente.
CONCLUSIONES
El objetivo principal del trabajo social en situaciones de emergencia o catastróficas es abordar de forma completa las crisis, emergencias y catástrofes a través de la intervención social. Además, estos expertos ayudan en la organización de las comunidades para hacer frente a posibles desastres.
La participación en emergencias en el campo del trabajo social ha experimentado cambios importantes y hoy en día es considerada como una profesión establecida y reconocida.
Los/as profesionales del trabajo social tienen una función esencial en cada etapa de la intervención, desde la planificación preventiva hasta brindar apoyo emocional y logística en momentos de crisis, trabajando en conjunto con otros equipos profesionales para asegurar así una respuesta organizada y enfocada en la resistencia de la comunidad.
El trabajo social en el contexto de catástrofes naturales se establece como una disciplina esencial para disminuir las consecuencias de estas crisis en individuos y comunidades. En este ámbito, los/as expertos/as no solo brindan ayuda instantánea a los/as afectados/as por un desastre, sino que también juegan un rol crucial en la preparación y recuperación a largo plazo. Su método colaborativo e integral les facilita satisfacer tanto las necesidades emocionales como las sociales, promoviendo de esta manera la resistencia y la recuperación. Considerando el incremento en la regularidad e intensidad de los desastres, resulta vital identificar y fortalecer el rol de los/as trabajadores/as sociales en la asistencia durante situaciones de emergencia, garantizando así una respuesta más eficiente y humanitaria.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍA:
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