La Caja de Herramientas del trabajo social forense. La herramienta epistemológica. Más preguntas que certezas

Raúl Soto Esteban

Resumen:

En esta ponencia se exponen tres tipos de útiles de la caja de herramientas del trabajo social forense:

La herramienta epistemológica repasa los contenidos del saber, de la ciencia del trabajo social en su disciplina forense, desde sus inicios en España, en 1981, hasta la actualidad. Destaca las figuras de los investigadores argentinos que aportaron los primeros textos sobre la disciplina forense del trabajo social, las tesis doctorales en España, el primer manual de Ruiz o el daño social de Simón. También, la idea de evaluar desde el empoderamiento, desde la concesión del poder al justiciable.

Las herramientas técnicas del trabajo social forense: la entrevista semiestructurada, la visita domiciliaria, el informe socio familiar y la coordinación entre profesionales.

La herramienta de la profesional comprometida y cuidada por la institución, por la profesión y por ella misma.

Palabras Clave: Herramientas, Trabajo Social Forense, Epistemología, Técnicas, Tecnologías, Innovación.

¿Desde dónde se sitúa el marco teórico forense del trabajo social? En una profesión dirigida a la intervención como es el trabajo social ¿Cómo se topografía una disciplina que no interviene? Hay que recordar que el trabajo social en la administración de justicia se dedica a evaluar para que profesionales de la judicatura y la fiscalía emitan sentencias o autos o juzguen a menores o instruyan asuntos penales o provean de apoyos a personas con discapacidad.

El camino del trabajo social se inicia en el año 1981, en el cual la Ley del divorcio y su desarrollo situaron la profesión en los llamados equipos psicosociales. Sólo iniciado el siglo, tras veinte años de devenir, se empezaba a escribir y publicar en el ámbito del trabajo social forense, eso sí desde Argentina y en España se leía a Robles (2004), Krmpotic o Ponce de León (2012), Alday, De Bratti y Nicolini (2001) y tantas y tantos profesionales que iniciaban la epistemología de la disciplina. Las iniciativas de Ruiz y su manual de trabajo social forense (2013), su trabajo en red y el inicio de la Asociación de Trabajo Social Forense. La primera tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid (Soto, 2016), a la que seguirían dos más (Alcázar, 2020 y Urruela, 2022). El texto del Colegio de Trabajo Social de Madrid (Mateos y Ponce de León, 2016). El trabajo en la investigación del daño social que se hace a la mujer en la violencia de género por Simón (2020). Todo ello y muchos pasos más dados desde la disciplina han ido situando y definiendo el marco teórico del trabajo social forense.

El empoderamiento como parte de la epistemología del trabajo social, de la definición de la profesión, se reúne en una paradoja curiosa a la realidad forense que sitúa al justiciable como un ser pasivo, sujeto a una operación de evaluación. La evaluación forense sometida a la dictadura de lo evidente y demostrable, que sitúa a la familia o a la persona como cobaya dispuesta a ser diseccionada para ser descrita. Por otro lado, la justicia como un derecho del ser humano y como un poder que la persona ejerce y le hace más fuerte. Pensar en la persona como ese cobaya a dividir y partir en porciones evaluables para que triunfe la evidencia, es lo contrario de lo que es el trabajo social que evalúa desde la familia en crecimiento, en desarrollo.

Otro elemento del marco teórico es la evaluación familiar, dentro de ella la idea sistémica de evaluar en términos de totalidad y circularidad que es cómo funcionan las familias. El purismo forense desea la conversión de la confusa red de relaciones de cada sistema familiar en una evaluación parcializada más que parcial de cada miembro de la familia. El mundo de lo sistémico también ha encontrado oposición en la pujante teoría de género que acusa a los primeros de responsabilizar por igual a la víctima y al victimario en los procesos de violencia de género. En estos últimos procesos, parte del poder judicial ha acusado al trabajo social de bajar a la trinchera en lugar de evaluar realidades. La disciplina vuelve a encontrarse con la duda de evaluar la realidad desde el asepticismo o pelear por el valor de la justicia y el empoderamiento de las víctimas.

La herramienta teórica se mezcla, como puede apreciarse en este discurso, con un número importante de dudas éticas. El establecimiento de protocolos de evaluación y de asistencia a las víctimas debe ayudar a resolver la duda. Las/os profesionales del trabajo social no deben dudar entre la competencia y el rigor teórico y el compromiso profesional, deben elegir ambas opciones; lo cual enreda más el asunto.

La herramienta técnica

La/el profesional del trabajo social forense debe saber evaluar las distintas situaciones que las/os juristas le planteen para tomar sus decisiones. Las trabajadoras/es sociales forenses evalúan una familia desde el modelo de entrevista sistémica que revisa con los progenitores su historia familiar y las posibles soluciones al conflicto. Las pruebas objetivas, en el mejor de los casos revelan características brutas e individuales de los progenitores, mientras la entrevista desvela la situación familiar en su desarrollo y en toda su extensión. La entrevista es la técnica, la herramienta. Las pruebas objetivas detallan, pulen el objetivo.

También, se dispone de otra herramienta pura del trabajo social: la visita domiciliaria, denostada en ocasiones por arcaica, pero valiosa en el trabajo social judicial y reconocida por resolver y solucionar dudas sobre como las personas y las familias viven en su entorno y generan sus dinámicas de funcionamiento.

Las técnicas de evaluación llevan a cada profesional al diagnóstico social, herramienta clave de la/del profesional judicial ya que le sitúa ante la respuesta al objeto del informe pericial. La pericia de la/del trabajadora/or social en evaluar la situación propuesta llevará consigo una propuesta de solución familiar o de provisión de apoyos o de medida reinsertadora. Y también, una propuesta de recurso.

Todo ello integrado en un informe organizado, última herramienta que se propone, desde la identificación del profesional, su objeto de estudio y pericial, la metodología, los discursos sobre los hechos, las consideraciones y conclusiones con propuesta pericial.

La herramienta de cada profesional

En todas las profesiones la figura de la persona que lleva a cabo su trabajo es fundamental. En el trabajo social, la cuestión es más obvia si partimos de la relación profesional como una de las principales herramientas en juego. La capacidad de la/del profesional es un recurso que potencia la actuación con usuarios/as. La conducta evaluativa de la disciplina forense no debe ser la única, la/el trabajadora/or social debe situar a la persona o familia ante una realidad potencial de salida, de solución al conflicto.

Todo ello debe acompañarse de una postura de compromiso con la solución al problema, en ocasiones los compromisos de otra índole ayudan y en ocasiones entorpecen la tarea profesional. El trabajo social tiene una serie de principios claros en su compromiso ético y esa es la guía de la profesión, se puede debatir sobre la forma en la cual se materializan, pero siempre desde un compromiso con la solución del problema y en el caso judicial o forense con la ayuda a la institución judicial.

Cada profesional debe tener una capacidad de ayuda a sí mismo como recurso potencial de trabajo, pero también de respeto a sí misma/o como persona. Sólo puede ayudar la/el profesional que se encuentra bien y que no tiene bloqueos relativos a las cuestiones que tiene que evaluar. El autocuidado y el cuidado a las/os compañeras y compañeros debe ser otra constante de trabajo.

Es necesario hablar de retos, en la justicia el reto del trabajo social forense es hacerse con la realidad que las leyes ofrecen, por ejemplo, Ley 8/2021, de 2 de junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, y la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la violencia. O lo que es lo mismo: la provisión de apoyos a las personas con discapacidad y la prueba preconstituida.

También es necesario hablar de la relación entre la persona y el servicio. Por desgracia el servicio está tremendamente deteriorado y la administración no se interesa por la calidad de la atención. Las personas deben preocupar más y salir mejor paradas del trabajo, en general son las mejor tratadas por las/os profesionales de esta disciplina, son las que se lo merecen.

La relación entre la tecnología y la técnicaenfrenta al trabajo social forense a dudas de relieve como la entrevista online o el uso de la innovación y la creatividad tecnológica.

Bibliografía

Alcázar, R. (2020). Custodia compartida y cambio social. La construcción social de la custodia compartida. [Tesis doctoral]. Universidad de Alicante. Alicante.       http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/113648

Alday, M. A, De Bratti, N. L. R, y Nicolini G.M. (2001). El trabajo social en el servicio de justicia. Buenos Aires: Espacio.

Mateos, J. y Ponce de León, L. (2016). El trabajo social en el ámbito judicial. Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid.

Ponce de León, A. y Krmpotic, C. (coordinadores) (2012). Trabajo Social Forense. Buenos Aires: Espacio.

Robles, C. (2004). La intervención pericial en trabajo social. Buenos Aires: Espacio.

Ruiz, P. (2013). El trabajador social forense en los tribunales españoles. Colegio Oficial de Trabajo Social de Málaga.

Simón, M. (2020). El daño social: secuelas y lesiones sociales, la evaluación del trabajo social forense en víctimas de violencia de género. Servicios Sociales y Política Social (diciembre-2020). XXXVII (124), 11-27. ISSN: 1130-7633.   https://www.serviciossocialesypoliticasocial.com/-79

Soto, R. (2016). El trabajo social familiar: una ayuda para el sistema judicial en las crisis conyugales. [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid. https://produccioncientifica.ucm.es/documentos/5d1df62229995204f7662534

Urruela, I.  (2022). Violencia filio parental: dinámica interaccional entre el sistema familiar y el judicial. [Tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid, Madrid.            https://eprints.ucm.es/id/eprint/74803/